Fotografía, desnudez y audacia

A menos que la desnudez se de en un círculo íntimo y limitado, se dice que para desnudarse públicamente o ante el lente de un fotógrafo tienes que ser audaz. Es decir, se requiere de osadía o arrojo para vencer las barreras sociales y culturales impuestas a la desnudez. El secreto y el anonimato siempre rondan el hecho. 

Desnudez y prejuicios

Lo que piensa el común de la gente sobre el desnudo es muy prejuiciado. Por ello no es fácil que las personas se despojen de la ropa para ser fotografiadas. Aunque seas muy liberado y y te guste posar desnudo, la decisión de hacerlo siempre está acompañada de advertencias, que no es que impidan dejarse fotografiar, pero que limitan la naturalidad de las poses y lo que el fotógrafo quiere captar. En las personas que participan como modelos siempre hay temores al que dirán.

Condena a la desnudez 

Secularmente se condena la desnudez como pecado, como ilegal, fea o vulgar, lo que ha provocado mucho estigma para quienes se atreven hacerlo. Tal es el impacto negativo de esa condena, que ya los expertos en salud metal diagnostican la deshabiliofobia como el miedo a desnudarse. El cuerpo al desnudo está estigmatizado al punto de alterar nuestras percepciones desviándolas a lo indebido y hasta lo prohibido.

El cuerpo idealizado 

Además, de todas estas restricciones culturales y sociales, tenemos idealizado la belleza del cuerpo, que debe ser cisgénero, perfecto y escultórico. Por cierto muy común en la publicidad. Ese ideal hace que quienes no cumplen con esos estándares sientan vergüenza para mostrarse desnudos. Nos choca la gordura, la flacidez, la vejez, partes enormes o miembros pequeños, el intersex, la transexualidad, cicatrices, lunares y verrugas, entre otras.

Desnudez pública

Para mostrarnos desnudos debemos estar a tono con el estereotipo dominante, siempre binario y definido desde la biología. El cuerpo que nos han implantado es el del hombre o la mujer cisgénero. Siempre relacionado a la lozanía y la juventud. Esa evocadora belleza muy trajinada e influenciada por la antigüedad clásica, que se constituye en la desnudez que podría ser pública hoy. 

 

Erotismo y fantasías sexuales

Todos estos prejuicios y exclusiones tienen mucho que ver con el abordaje que hacemos del erotismo y las fantasías sexuales. Aún seguimos a la espera de las diosas y los príncipes azules que nos llevarán a la cama.

Claroscuro y desnudez

Para esta edición compartimos fotografías con iluminación Rembrandt, un recurso muy utilizado en el retrato y el desnudo, que brinda mayor intimidad y misterio. Rembrandt fue muy experimentado usando la luz en la pintura, por ello se da ese nombre de claroscuro, que controla luces y sombras en la fotografía.