Los pies, mi pasión erótica
Cuando veo pies descalzos me embeleso. Entiendo que no son solo para que los humanos nos mantengamos erectos o para caminar. Los pies me despiertan un intenso deseo de abrazarlos, besarlos, olerlos, lamerlos y chuparlos. No se como comenzó todo esto y como ha de seguir, pero los pies descalzos son una atracción muy intensa que me desvanece y enloquece. Se que no son todos los pies, es una atracción selectiva que no depende de un estímulo que haya descubierto. Muchas veces basta con que estén desnudos para caer en la tentación y apoderarme de ellos. Sobre todo cuando se trata de los pies del ser de mis deseos mas venerados.
Pasión secreta y compartida
Esa forma, con sus dedos, sus tobillos, su talón, sus movimientos, aunque puede verse común, para mi es sumamente atractiva. Me hace caer en esa pasión secreta y compartida siempre explosiva y salvaje del eros. Siento que es un deseo muy interno de mi ser, que en cierta medida me subyuga. He aprendido que los pies son una fuente inagotable de placer para quienes disfrutan de masajes, besos y caricias. Quizá no te lo pidan, pero se dejan llevar. Una vez el secreto es desvelado entre dos, en complicidad, puede llegar a ser el climax total.
Placer y gozo
Me gusta jugar con mis pies, así en medio del disfrute los conozco mejor y logro apreciarlos como receptores del goce. El máximo deleite es con quienes les guste también. Si embargo, tocarlos y acariciarlos me trasladan al receptor de mis halagos y mimos, con ello exploro y aprendo como dar goce y placer en los pies. Asi entendemos nuestro ser y nuestro cuerpo como un todo de deseos
Acariciarlos con sumisión va unido al hecho de tenerlos cerca y que son parte de quien amas o te atrae. Adoro cuando tengo que despojarlos de zapatos y calcetines, poco a poco los voy encontrando para posarlos en mi rostro y disfrutar del tacto que me produce ese intercambio entre obediencia y dominación. La inclinación para adorar los pies puede entenderse como una actitud pasiva, pero no, todo lo contrario. Se requiere de arrojo y mucha acción para quien quiera que sea ese objeto de tu deseo. Acariciar el pene con los pies puede ser gratificante y te prepara para aprovecharte de todo el cuerpo. Los pies se vuelven como las manos, pueden explorar sin cesar.
Placer cotidiano
Llegamos de la calle, ya se que el momento se nos aproxima. El tumbado en el banquito se pone con la piernas en posición, me aproximó, me inclino y comienzo con el ritual, momento que es sagrado para nosotros. Quito los toscos envoltorios de cuero, luego las medias y ahi veo ese brillo de la piel que guarda para mi los hermosos pies de mi amado. Inicio las caricias y embriagado de deseo lamo, beso, huelo y chupo. Nada mas delicioso que el dedo sensible a mi lengua y a mis mimos. Veo la satisfacción en mi amado y me dejo llevar hasta el climax.
Eros es amor
El amor y el disfrute íntimo de la sexualidad, entre dos o mas personas, es una cualidad de nuestro ser, que puede ser fantasioso, imaginativo y creador. No hay espacio para calificativos de buenas o malas acciones. Solo se trata del placer, para responder al amor mas profundo. En la película 2046 de Wong Kar Wai (2004) esos momentos de intimidad son registrados de manera magistral. Los amantes (protagonistas) en su paréntesis erótico juegan con los pies para activar la pasión amorosa y sensual que los mantiene atados.
Si eros reinara la humanidad fuera otra.
Fotografías, videos y textos: Franklin García y Edgar Carrasco
Como todos los viernes de Venus, Franklin y Edgar me abren su intimidad con una nueva entrega de PhotoLover, esta vez confesando su fetiche por los pies sin usar la palabra fetiche. Me encanta este juego de ser invitado a observar sus rituales eróticos. Nuevamente una luz negra entre violeta, magenta y azul baña al fotógrafo pero también los pies del ensayista, a quien vemos por primera vez ante las cámaras amando y dejándose amar. En contraste, un monitor de fondo opera cual vedutta rompiendo la fría paleta con las cálidas imágenes del protagonista de una película de Wong Kar Wai citada al final de página. Como siempre Franklin derrocha belleza con su desnudo, esta vez coquetamente asistido por un bombín y sus sempiternas gafas oscuras. Los textos son toda una oda a la podofilia, resaltando el valor estético, lúdico y amatorio de esta parte del cuerpo. La obra icónico-verbal cierra contundente con un anhelo utópico de desublimación universal: "Si eros reinara la humanidad fuera otra". Gracias a ambos por hacerme soñar.
ResponderBorrarPostdata: Lamentablemente el video entre ustedes no abre y nuevamente intenté publicar mi anterior apreciación en la casilla de comentarios, pero me dice error. No sé si estoy haciendo algo mal o es el blog. Sin embargo, si gustan ustedes pueden publicar lo que les escribí como Fidelio. Gracias nuevamente y hasta el próximo viernes. Abrazos afectuosos de su admirador.
Maravilloso ritual Franklin y Edgar , me encantaría algún día ser parte de esos ritos con Uds y otros
ResponderBorrarUn ritual de sensaciones. Gracias por tan rico trabajo erótico
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