Narciso al desnudo
Me amo, me adoro, me deseo, me gozo, me quiero. Siempre me aprecio y me estimo. Me hago el amor; programo mis orgasmos, para que sean solo mios. Hice de mi lo que es mi ser interior.
Soy yo.
Manifesto Narciso
Vengo de dioses y deidades.
Mi esencia es la belleza, la hermosura y el deseo.
Me he amado tanto que ha sido mi condena.
Soy orgulloso y eso me guía, no temo a embriagarme de él.
Si muero, he de ser una flor.
Soy el objeto de mi propio deseo.
Soy cautivo de mi pasión.
Soy sensible.
Mi reflejo me enamora. Soy perfecto.
Escucho susurros y murmullos que no observó. Hablan de mi belleza y me desean.
Soy narciso.
Soy ególatra.
Soy egocentrico.
Soy vanidoso.
Soy presumido.
A veces fatuo.
Soy atractivo además.
Soy selfie, soy retrato.
Soy la maravilla de la creación.
Soy la belleza que veo en mi.
Soy la belleza que creo en mi.
Soy liberado.
En la modernidad me llaman autoestima, me llaman orgullo.
Siempre he estado y siempre seré.
Soy Narciso sin tragedia.
Soy Narciso sin moraleja.
Finale
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Publicamos ardorasamente todos los viernes, después de mediodía, hora de Venezuela.
Muchas gracias por el apoyo brindado.
Fotografias y texto: Franklin García y Edgar Carrasco.
Cada día se superan más. Éxitos.
ResponderBorrarExcelente texto y maravillosas fotos.
ResponderBorrarAntonio Paz, vía Whatsapp nos dice: buenas tardes Franklin, te voy a hacer mi comentario por esta vía porque intenté acceder a mi cuenta de Google desde la sección comentarios de tu blog y el sistema no me lo permitió Narciso, el eterno amante de sí mismo quien se negó a compartir su belleza con cualquier Dios, con hombre, con mujer, con ninfa, con musa, con tritón, con centauro o con algún sátiro y fue así como El Olimpo lo castigó convirtiéndole en flor, pasando así de ser autosuficiente en su erotismo a ser dependiente del sol, de la lluvia y la tierra para sobrevivir, Narciso, el gran mentor del Occidente actual quien se niega a reconocer la otredad de las demás culturas e incluso de los diversos sistemas de creencias que se niegan a doblegarse ante la continua seducción del autoengaño que se regocija en el egoísmo.
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarLes invitamos a escuchar esta canción que no comparte un querido lector:
ResponderBorrarhttps://music.youtube.com/watch?v=KmDdZcIGY8E&si=dnnie2cocYELss9u
Comentario vía whatsapp de nuestro amigo fotógrafo Reinaldo Blanco:
ResponderBorrarLo erótico, espacio para explorar lo más natural y orgánico de nuestro ser. Un género fotográfico con exponentes extraordinarios que interroga y cuestiona nuestros pareceres íntimos. Celebró esta nueva entrega y la participación para mostrar las imágenes en la exposición en Francia. Enhorabuena para los dos. Me llena de mucha inspiración y fortaleza. Os quiero grande...📽️📸🏳️🌈🇻🇪👍😊
Kruskheilin via whatsapp comenta:
ResponderBorrarHola Edgar hoy por fin puede entrar a la página, muy interesante las fotos me gustó muchísimo la simulación de reflejo que lograron con el agua muy bello ese cuerpo masculino mis felicitaciones
Precioso texto que refuerza y resignifican las imágenes. Y pasado el mes del orgullo juega tambien con ese sentido. Los efectos de ese piso plateado, como un espejo distorsionado, sigue siendo muy poderoso, especialmente en la primera foto
ResponderBorrarGracias por compartir arte y pasión , un texto acompañado y nutrido por la fuerza de la imagen
ResponderBorrarFidelio Pirona, vía whatsapp no envía este comentario:
ResponderBorrar"Narciso al desnudo" es una estupenda oportunidad para hablar del narcisismo en el arte. En esta nueva entrega de PhotoLover, el fotógrafo y el ensayista se inspiran en este famoso mito griego para explorar poéticamente el regodeo en los reflejos con que construimos nuestra autoimagen y nuestro autoconcepto. En este sentido, asistimos a fotos centradas, al principio, en alguien viéndose a sí mismo y, luego, exhibiéndose, dejándose ver por nosotros, sus mirones, como quien parafrasea a Descartes diciendo "Mírame, luego existo". La puesta en escena destaca por el efecto lumínico de la superficie especular, con referencias al Narciso de Caravaggio contemplándose en un estanque. Pero la prosa revela caricaturescamente que el lugar de enunciación es desde alguna fase temprana de crecimiento humano donde uno sólo es consciente de sí mismo, pero no de los demás. O dicho en otras palabras, cada afirmación de supuesta autoestima manifiesta un ensimismamiento donde todavía no hay consciencia del Otro, salvo como voyeurista. A propósito de esta ironía, Albert Camus dijo una vez que "No ser amados es una simple desventura, la verdadera desgracia es no amar"; pues bien, el eterno problema de Narciso es que no puede amar a nadie más que a sí mismo. Ésa es su desgracia y su castigo: una facultad amatoria limitada a la jurisdicción de su ego, a la identificación libidinal con su cuerpo y su personalidad. Y ya hemos dicho que el Eros, en cambio, busca trascender el principio de individuación. Un Narciso no conoce de empatía y nadie más le hace de espejo. O, peor, no existe ningún otro reflejo en el mundo que aquéllos de su propio rostro como referente en torno al cual gira todo lo demás. Así el verbo parece triunfante en orgullo y autosuficiencia afectiva, incluso el modelo se besa a sí mismo dentro de esta ficción; pero sabemos que el narcisismo es un preludio a la psicopatía, no es juego de carritos o mera vanidad sino una epidemia real de antivalores egocéntricos más que individualistas, cuyo impacto en el mundo del arte está ampliamente investigado. Todos deberíamos chequear en nosotros mismos qué de rasgos narcisistas pudiéramos estar performando. A ello nos invita esta obra. En la vida requerimos amor propio, no inflarnos el ego para tapar nuestro vacío existencial, no compensar nuestros complejos de inferioridad con complejos de superioridad. Viéndolo bien, "Narciso al desnudo" es al final una hermosa obra sobre la soledad. Muchas gracias por la oportunidad de reflexionar que permite esta entrega. Hasta una próxima ocasión.